Niki de Saint Phalle
Mentoría
Nuestra nueva mujer extraordinaria, Niki de Saint Phalle, nació en París en 1930 y era una artista como la copa de un pino así que hoy, día internacional del arte, hablaré de ella, de su inconformismo como valor, de sus obstáculos y de cómo los fue superando uno a uno.
Abusos e injusticias
Niki Saint Phalle tuvo una infancia realmente difícil. Su padre abusaba sexualmente de ella mientras su madre la culpaba de las infidelidades de su marido recordándole continuamente que su maternidad, no deseada, fue la causa de que su esposo se alejara de ella.
Tras mudarse a Estados Unidos con siete años fue internada en un colegio de monjas del cual la expulsaron por pintar de rojo las hojas que cubrían los genitales de una estatua del colegio. Imagino que en aquella época no les dio por preguntarse por qué una niña haría eso…
Debido a su enorme belleza una agencia de modelos la contactó y acabó saliendo en varias revistas como Vogue o Harpers Bazaar. Estoy segura de que aquella experiencia no debió ayudarle a rebajar la rabia que ya sentía hacía un papel de la mujer como objeto sexual a la cual daría rienda suelta más adelante.
En 1953 Niki sufrió una crisis y fue diagnosticada como esquizofrénica y tratada con electroshocks.
Además de todo ello, durante gran parte de su vida sufrió una falta de reconocimiento flagrante como artista. Aunque eso no debería sorprendernos, ¿no? Su obra, durante años, se tildó de superficial cuando en realidad, como veremos más adelante, estaba cargada de denuncia social.
Como quiso poner en relieve todos los obstáculos a los que tenía que enfrentarse cualquier mujer de la época (¡oh! pecado mortal) se vio sometida a burlas, críticas y continuos intentos de desacreditación.
Entrevista realizada por un periodista francés: – Su trabajo no tiene nada de femenino… – Claro que sí. Es femenino porque soy mujer. – Quiero decir que es muy agresivo… – Veo que tengo delante a un antifeminista.¿Preferiría usted que pintara ramos de flores?
Dando qué hablar…
Y en 1952, a pesar de no tener ninguna formación artística, comenzó a pintar.
“Pintar calmaba el caos que agitaba mi alma. Era una manera de domesticar esos dragones”
Su performance denominada Shooting Painting fue la primera obra de Niki Saint Phalle objeto de grandes críticas.
En medio de una superficie de madera recubierta de yeso blanco y diferentes pinturas, se habían ocultado unos globos llenos de esa misma pintura en varios colores. Sobre este particular lienzo se realizaban diversos disparos con un rifle. Cada impacto que acertaba en uno de los globos lo reventaba desprendiendo la pintura a través del orificio de bala, lo cual producía regueros de diferentes colores sobre la obra que en un muchos casos podían asemejarse a la forma en la que la sangre saldría del cuerpo tras un disparo.
En un determinado momento personas de la audiencia fueron invitadas a participar realizando sus propios disparos.
«Aprendí a traducir las emociones, el miedo, la violencia, la esperanza y la alegría en la pintura. Fue a través de la creación que descubrí las sombrías profundidades de la depresión y cómo superarla”.
Las Obras de Niki, también para niños
Sin embargo, la pintura solo fue el principio puesto que en su amplia producción artística se cuentan esculturas, joyas, ropa, perfume, diseño de muebles y trabajos de escenografía, pasando por cuentos para niños, algunos años de actriz en obras de teatro y la participación en proyectos artísticos de diferentes películas.
Tras una visita al Parc Güell de Gaudí en Barcelona, además, comenzó su proyecto “Jardín del Tarot” en 1978 en el bonito paisaje de La Toscana.
«Es mi destino hacer un lugar al que la gente pueda venir y estar feliz: un jardín de la alegría»
Este jardín fue financiado gracias a los beneficios de su perfume llamado “Perfume 4 you”
Provocadora, feminista y activista por los derechos humanos y especialmente el de las mujeres
Su obra en general, a pesar de que muchos querían menospreciarla calificándola de ornamental y simplista, estaba en realidad cargada de contenido político y denuncia.
Además del ejemplo ya comentado de los Shooting Paintings, en otra ocasión disparó a un molde de escayola que recreaba a la Venus de Milo vestida con un uniforme del ejército napoleónico.
Con una de sus obras, donde se podían ver las cabezas de Kennedy, Fidel Castro, Charles de Gaulle, Papá Noel y el Pato Donald, quiso criticar la tensión de la Guerra Fría y las agresiones militares masculinas.
Fue también una de las primeras personas públicas que visibilizaron la problemática del SIDA y la necesidad de entender el problema, para lo cual creó ilustraciones y cuentos como el famoso “El SIDA: No me atraparás” en colaboración con el Dr. Silvio Barandun
Pero su obra más conocida en este ámbito son sus famosas Nanas.
Las Nanas de Niki de Saint Phalle
En 1964 comienza una serie de obras tituladas Nanas. Hay que señalar que Nana en francés hace alusión a un tipo de mujer “desvergonzada”.
Se trataban de esculturas a gran escala, en colores brillantes, representando a mujeres alejadas del canon de belleza que se quería imponer en una sociedad patriarcal.
Mujeres con pechos y glúteos grandes, extremidades abiertas y posturas inusuales que rezumaban libertad y alegría de vivir. Unas esculturas voluminosas ante las cuales un hombre se veía diminuto.
No solamente desafiaba a la sociedad de entonces con las formas, también con el color. Creó una serie especial denominada Nanas negras donde representó a mujeres negras a las cuales consideraba víctimas de menosprecio por partida doble, ser mujer y ser negras. A la primera de este grupo la llamó Rosy Negra en conmemoración a Rosa Parks.
Ella es una Catedral
Sin embargo, no puedo dejar de destacar la más polémica de todas (y más injustamente tratada), la titulada: Hon-en katedral (Ella es una catedral)
Esta obra fue la consecuencia de su deseo de diseñar la escultura más imponente de su generación. Con ella quería representar a la mujer, la maternidad, el amor, los sueños pero también los monstruos.
El resultado fue una obra de veintiocho metros de longitud, nueve metros de ancho y seis de alto que mostraba a una mujer embarazada, tumbada de espaldas y con las piernas abiertas a través de cuya vagina se accedía a los tesoros de su interior.
Con esta idea quería simbolizar la genialidad que albergaba el cuerpo femenino.
Cuando entrabas te encontrabas con una galería de arte llena de falsificaciones de obras maestras modernas, pero aquello solo era el principio puesto que si te dirigías a una de sus piernas podías acceder al tobogán instalado para niños, también podías encontrar un “banco para enamorados” decorado con terciopelo rojo y sonorizado de tal forma que las voces podían oírse en el bar situado en lo que era el pecho derecho de la escultura. Ya que en el izquierdo lo que te encontrabas era un Planetarium.
En uno de los brazos había un cine de doce plazas donde se proyectaban películas mudas como “Luffar-Petter” (1922), la primera protagonizada por Greta Garbo. Mientras que en el otro podía una deleitarse con piezas de Juan Sebastian Bach.
En la parte de la cabeza había un cerebro móvil de madera.
A la altura del muslo se podía ver una liga con una frase en francés antiguo: maldito sea el que piense mal.
En el ombligo podías admirar la grandiosidad de la obra desde una terraza.
El Museo Moderno de Estocolmo fue la sede de esta magnífica obra. Sin embargo, tal producción fue clausurada tres meses después tras ser calificada como Monstruo por la prensa de la época, y finalmente desmantelada.
Una grandísima pena porque a mí me hubiera encantado poder visitarla.
Una película sobre su vida fue rodada en Alemania por Peter Schamoni, en la que se abordaba el escándalo de la “Hon” sueca, con el título “¿Quién es el monstruo, usted o yo?” (1995).
Su muerte
El 21 de mayo de 2002 Niki Saint Phalle murió en California aquejada de asma, enfisema y artritis severa probablemente provocados por los gases que inhaló en la creación de sus obras.
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Autodidacta y considerada la única mujer de la corriente del Nouveau Realism.
Con una amplia producción artística multidisciplinar.
Niki Saint Phalle fue una de las primeras artista en centrar su obra en lo que significaba ser mujer y otras cuestiones como el racismo, la violencia y el SIDA.
Creó la escultura artística más grande del siglo xx.
Creó el primer parque escultórico diseñado por una mujer donde además algunas de aquellas esculturas eran habitables.
Terminando, podemos decir que Niki Saint Phalle fue una mujer que no dejó de crear a pesar de enfrentase a un rechazo sistemático de su obra. Eso nos permite poder hablar de ella ahora.
De hecho, hasta hace muy poco, podía visitarse una exposición de Niki en el museo Les Abattoirs de Toulouse
Las heridas causadas por su terrible infancia supo curarlas a través del arte.
“Descubrir el arte fue una suerte para mí, porque, a nivel psicológico, tenía todo lo necesario para convertirme en terrorista. En lugar de ello, utilicé las armas para una buena causa: la del arte.”
Os dejo un enlace a youtube donde podréis ver un vídeo realizado por La Prairie y MoMA PS1 en su conmemoración por si queréis verla en vivo y en directo y conocer algunas curiosidades más.
Por último, os animo a buscar por internet algunas de sus frases. Yo he incluido varias en este artículo pero de su boca salieron muchas más y no tienen desperdicio.
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